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Foto del escritorMathias Ball Escamilla

Emprender un viaje en la región de la nostalgia

Actualizado: 26 may 2020

Casi desde que tengo memoria me ha encantado Pokémon. Para mí, y me imagino que ha de haber sido así para muchxs fans de la serie, el amor empezó con el anime y luego se solidificó al jugar uno de los videojuegos. Mi primera incursión en el mágico mundo de Pokémon fue con Sapphire Version a los ocho años. Amo absolutamente todo sobre ese juego; habrá entradas posteriores en la serie que lo han superado en ciertos aspectos, pero nunca en términos de la experiencia general. Le tengo muchísimo cariño, es parte clave de mi niñez, y aunque no lo he jugado desde la prepa sí lo revisito mucho a través de su música.

Dadas las limitaciones tecnológicas del Game Boy Advance y los cartuchos de juego, la música es relativamente simple y completamente digital. Podría verse como una limitante para los compositores, pero se adaptaron y crearon algo realmente grandioso con las herramientas que tenían disponibles. Como jugador, la música crea el mundo en el que buscas sumergirte; incluso más que en el ámbito visual, siento que Pokémon Sapphire yace en su glorioso y bit-oso espacio sonoro. Para el remake del juego que salió en 2014 hicieron nuevos arreglos orquestales para todo el soundtrack y no le llega a los tobillos al original; básicamente, le falta corazón (y un chingo de TROMPETA). Quiero compartir con ustedes la bella música de Pokémon Ruby y Sapphire, así que hice una selección de mis piezas favoritas y que más me recuerdan al juego, sobre las que escribí brevemente. Les invito a darles una escuchada mientras leen.


Cada ubicación en un juego de Pokémon tiene un tema. Algunos sitios comparten un tema (los Centros Pokémon, las tiendas y los gimnasios por uniformidad; ciertos pueblos y rutas por no ser suficientemente importantes como para requerir un tema individual), pero la mayoría tienen su propia música. Son composiciones breves —la mayoría dura entre un minuto y dos— y se repiten en un loop interminable por la duración de tu estadía en ese lugar. Littleroot Town es donde comienzas tu aventura y donde regresas después de concluirla. Basado alrededor de una línea de bajo que ancla la canción, por encima de la cual una sucesión de instrumentos interpretan la melodía, es un tema sereno y juvenil, quizá hasta un poco melancólico a pesar de ser esperanzador. A mis oídos suena a hogar.

No logré pasar Pokémon Sapphire la primera vez que lo jugué. Era un niño precoz e impaciente y mi hábito de saltarme todos los diálogos para poder seguir atacando y aprisionando animales salvajes resultó ser mi perdición: llegó un punto en el que no sabía hacia dónde debía dirigirme. En mi desesperación solía surfear a la cascada que te llevaba a Ever Grande City, donde el último reto me esperaría eternamente, esa cascada que por mis prisas nunca aprendí a ascender. Así que desde que finalmente logré superar ese último obstáculo acuático, he asociado este tema con la gloria, con metas cumplidas, con la autorrealización. Obvio ayuda que sea una pieza tan festiva, con sus hermosas trompetitas y campanas. Junto con “Littleroot Town” y “Lilycove City”, son los temas del juego que con más frecuencia escucho en loops de media hora (todavía no me aventuro a echarme el de diez horas).

Después de derrotar al campeón y hacer registro del equipo con el que lograste tal hazaña, el juego se guardaba y comenzaban los créditos. Siempre me sorprendió lo melancólica que es esta pieza, al punto que, aunque me encantaba, también me entristecía mucho escucharla. Parecía el acompañamiento de un final irrevocable, como si una puerta se estuviera cerrando para siempre. No era el caso: aparecías en tu casa en Littleroot y podías regresar a derrotar al campeón las veces que quisieras y los créditos siempre sonaban con ese mismo tono triste de inexorabilidad. Tal vez marcaba tu crecimiento a lo largo de tu aventura; tal vez ese final irrevocable era el de la persona que habías sido antes… No lo sé. ¿Me estoy poniendo muy profundo con un juego para niñxs? Quizás. ¿Me estruja el corazón esta música casi al punto de dejarme hecho un mar de lágrimas cuando la escucho? Totalmente. (Les recomiendo ver el video, porque el elemento visual es igual de importante que la música.)

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