Casi desde que tengo memoria me ha encantado Pokémon. Para mí, y me imagino que ha de haber sido así para muchxs fans de la serie, el amor empezó con el anime y luego se solidificó al jugar uno de los videojuegos. Mi primera incursión en el mágico mundo de Pokémon fue con Sapphire Version a los ocho años. Amo absolutamente todo sobre ese juego; habrá entradas posteriores en la serie que lo han superado en ciertos aspectos, pero nunca en términos de la experiencia general. Le tengo muchísimo cariño, es parte clave de mi niñez, y aunque no lo he jugado desde la prepa sí lo revisito mucho a través de su música.
Dadas las limitaciones tecnológicas del Game Boy Advance y los cartuchos de juego, la música es relativamente simple y completamente digital. Podría verse como una limitante para los compositores, pero se adaptaron y crearon algo realmente grandioso con las herramientas que tenían disponibles. Como jugador, la música crea el mundo en el que buscas sumergirte; incluso más que en el ámbito visual, siento que Pokémon Sapphire yace en su glorioso y bit-oso espacio sonoro. Para el remake del juego que salió en 2014 hicieron nuevos arreglos orquestales para todo el soundtrack y no le llega a los tobillos al original; básicamente, le falta corazón (y un chingo de TROMPETA). Quiero compartir con ustedes la bella música de Pokémon Ruby y Sapphire, así que hice una selección de mis piezas favoritas y que más me recuerdan al juego, sobre las que escribí brevemente. Les invito a darles una escuchada mientras leen.
Cada ubicación en un juego de Pokémon tiene un tema. Algunos sitios comparten un tema (los Centros Pokémon, las tiendas y los gimnasios por uniformidad; ciertos pueblos y rutas por no ser suficientemente importantes como para requerir un tema individual), pero la mayoría tienen su propia música. Son composiciones breves —la mayoría dura entre un minuto y dos— y se repiten en un loop interminable por la duración de tu estadía en ese lugar. Littleroot Town es donde comienzas tu aventura y donde regresas después de concluirla. Basado alrededor de una línea de bajo que ancla la canción, por encima de la cual una sucesión de instrumentos interpretan la melodía, es un tema sereno y juvenil, quizá hasta un poco melancólico a pesar de ser esperanzador. A mis oídos suena a hogar.
Desde los primeros juegos de Pokémon que salieron en 1996 hasta los más recientes, que se estrenaron en noviembre del año pasado, el tema de las batallas ha sido similar, si no idéntico, con un arreglo nuevo propio al estilo musical de cada juego. La versión de Pokémon Red y Blue será la original, pero claro que para mí la mejor es ésta. No sólo eso, sino que siempre que escucho uno de los otros temas de batalla, algo no cuadra. Cada uno de ellos es una imitación pálida, escuálida de esta obra de arte; el peor de todos es, obviamente, el arreglo del remake.
En su reseña de los remakes, IGN enlistó como punto negativo el que los juegos contenían demasiada agua. Y aunque es cierto que la región Hoenn es poseedora del mayor número de rutas acuáticas, a mi parecer es la cantidad perfecta de ríos, lagos y océano. Lo que sí, es que al pasar tanto tiempo navegando las aguas también pasas mucho tiempo escuchando “Surf”, que comienza cada vez que te montas en tu Pokémon nadador de elección. Es un tema plácido y muy agradable, y desafortunadamente no tan fácil de apreciar, ya que se ve interrumpido cada dos segundos por una batalla con algún monstruo acuático.
No logré pasar Pokémon Sapphire la primera vez que lo jugué. Era un niño precoz e impaciente y mi hábito de saltarme todos los diálogos para poder seguir atacando y aprisionando animales salvajes resultó ser mi perdición: llegó un punto en el que no sabía hacia dónde debía dirigirme. En mi desesperación solía surfear a la cascada que te llevaba a Ever Grande City, donde el último reto me esperaría eternamente, esa cascada que por mis prisas nunca aprendí a ascender. Así que desde que finalmente logré superar ese último obstáculo acuático, he asociado este tema con la gloria, con metas cumplidas, con la autorrealización. Obvio ayuda que sea una pieza tan festiva, con sus hermosas trompetitas y campanas. Junto con “Littleroot Town” y “Lilycove City”, son los temas del juego que con más frecuencia escucho en loops de media hora (todavía no me aventuro a echarme el de diez horas).
Pero llegar a Ever Grande City era sólo la primera parte del último capítulo de mi aventura, ya que después de la catarata y un Centro Pokémon se encontraba el siguiente reto: Victory Road (o Calle Victoria, como le pusieron en la traducción de España). Esta calle, que realmente es una cueva, contiene un camino lleno de Pokémon y entrenadores fuertes. La música épica resalta la tarea desafiante que yace frente a ti, utilizar todo lo que has aprendido en tu camino para salir del otro lado y enfrentarte a los entrenadores más poderosos de la región.
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