Aunque el núcleo de la práctica de Fucked Up es el hardcore punk, desde sus inicios, la naturaleza proteica y experimental de la banda originaria de Toronto, Canadá, hace que su música rebase los límites convencionales de ese género. El quinteto también sobresale en cuestión de sus letras, las cuales tocan temas como el fanatismo religioso, la naturaleza de la vida humana, el cosmos, la lucha de clases, la nostalgia y la felicidad. Realmente no hay ni ha habido otra banda como Fucked Up; cada proyecto más que lanzan es un verdadero regalo. Para aprovechar que acaban de estrenar disco apenas la semana pasada, decidí hacer un ranking de su discografía. Aunque cuentan con un catálogo extenso y excelente de sencillos y EPs, yo me limito a sus seis álbumes de estudio. Hice un ejercicio similar cuando sacaron su álbum anterior, en el 2018, así que me interesa mucho ver qué tanto han cambiado mis opiniones al respecto. Sin más, acompáñenme a este recorrido por una de las discografías más especiales de nuestros tiempos.
6. Dose Your Dreams (2018)
La verdad es que, a lo largo de sus más de 20 años de existencia, Fucked Up nunca ha sacado un álbum malo, pero uno de ellos tenía que estar en el último lugar de este ranking. Dose Your Dreams es uno de los proyectos más ambiciosos del grupo, lo cual se nota de forma evidente en la cantidad de estilos musicalmente distintos que le dan forma, así como el uso de una gama de instrumentos variada y una lista extensa de vocalistas invitadxs. Este álbum también funge como una continuación muy libre de la historia del tercer álbum de la banda, David Comes to Life, pero sin otorgarle la misma importancia a la narrativa. El resultado es un disco que, si bien cuenta con varios momentos increíbles y una ejecución muy disfrutable, carece de un eje conductor que ayude a combatir el desenfoque, el cual llega a sufrir debido a las sonoridades sumamente eclécticas y una duración algo excesiva de 80 minutos. Sin embargo, con las circunstancias idóneas que permitan escuchar Dose Your Dreams con absoluta atención, puede ser una experiencia verdaderamente enriquecedora; el problema es la dificultad con la que unx puede llegar a ese estado.
5. One Day (2023)
Para su sexto álbum, lxs integrantes de Fucked Up se impusieron el reto de contar con sólo 24 horas para componer y otras 24 horas para grabar la totalidad de One Day, en un intento de recapturar la energía frenética de sus primeros días que les había ocasionado la falta de tiempo y dinero. Evidentemente, es uno de los proyectos más simples y directos que la banda ha creado, pero no se siente en lo absoluto apurado. En cuestión de la letra, si bien no hay un tema central que atraviesa One Day, la idea del potencial que contiene un solo día recurre en varias canciones de forma exitosa; la canción epónima en particular transmite de una forma muy poderosa el a veces tramposo concepto de carpe diem. Va sólo una semana de su lanzamiento, pero ya tengo la sensación de estar frente algo muy especial
4. David Comes to Life (2011)
Ahora bien, llegamos al punto del ranking en el que los álbumes restantes estuvieron presentes en la lista que elaboré en el 2018 y al parecer mucho ha cambiado en mí, porque sólo uno mantuvo su puesto. Siempre me he imaginado que sacar un proyecto que reciba una reacción excepcionalmente positiva por parte de la crítica puede ser una experiencia compleja para unx artista: ¿la creatividad se verá sofocada por el peso de la presión o todo lo contrario? ¿significará la muerte de la presión y la libertad absoluta del potencial artístico? Pues, el caso de Fucked Up fue la segunda opción, porque David Comes to Life es una obra artística excepcional que se rehúsa a estar en la sombra de su predecesor. El álbum es una rock opera que cuenta la trágica historia de amor entre David, un obrero, y Veronica, una revolucionaria, y Octavio, el narrador, y Victoria, la amiga de David que vio a Octavio ocasionar la muerte de Veronica aunque Octavio lo hizo pensar que fue su culpa… Muy acorde al quehacer artístico de Fucked Up, la historia no es convencional y, aunque hay varios momentos en los que realmente no funciona dentro de los confines del álbum, las canciones —excelentes y pegajosas— hacen que no importe. Además, el final, cuando David expresa su deseo por ver a Veronica una vez más aunque supusiera revivir el dolor de perderla, siempre me devasta el corazón. Le di el puesto #2 en el 2018.
3. Glass Boys (2014)
Estuve severamente decepcionadx con Glass Boys cuando salió e, incluso al revisitarlo en el 2018 cuando estaba armando la versión previa de este ranking, no logré darle el crédito que verdaderamente merece (no sólo estuvo en último lugar, sino que lo consideraba en una categoría inferior al resto de la discografía). Es similar a One Day en el sentido de que es menos ambicioso que los otros álbumes de la banda en cuestión de extensión y experimentación, lo cual anteriormente yo interpreté como una carencia y no el resultado de un enfoque creativo distinto. Glass Boys es un álbum profundamente emocional cuyas letras lidian con el eco incesante del pasado y lo difícil que puede ser reconciliarse con las versiones de nosotrxs que ya no existen. Las intenciones de sus álbumes anteriores requirieron composiciones que pudieran contener al cosmos; en Glass Boys, las canciones tenían que sostener nuestra fragilidad inherente sin romperla.
2. Hidden World (2006)
Previo al estreno de su álbum debut, Fucked Up contaba con ya más de 20 lanzamientos (sencillos, EPs, compilaciones, splits); es decir, la música de Hidden World no es la de un grupo descubriéndose, sino la de una banda experimentada con un entendimiento bien claro de su arte. Hidden World es grande, es complejo y es retador. Es lo más cercano que la banda jamás ha estado al punk en un álbum pero al mismo tiempo rompe con las convenciones del género en todo momento para crear algo único. Una obra de contradicciones —es agresivo y bello, refinado y crudo, majestuoso y banal— con letras que encaran los múltiples males que nacen a partir del fanatismo religioso. Me parece que con Hidden World, Fucked Up se presentó ante el mundo del punk más allá de Toronto de la forma idónea, con un álbum poderoso que llama la atención y que te atrapa incondicionalmente si la cedes. ¿Y qué queda por hacer tras un debut excelente? Crear algo aún mejor.
1. The Chemistry of Common Life (2008)
Si en Hidden World, Fucked Up ocasionalmente se siente como una persona con un martillo que ve todo como un clavo, en The Chemistry of Common Life, la banda carga con un caleidoscopio. Para su segundo álbum, los cimientos de su música y los bañaron en una psicodelia alucinógena que explotó sus sentidos y les abrió la mente. No hay un solo paso en falso a lo largo de los 53 minutos que conforman este proyecto: cada momento de cada canción es una experiencia inolvidable. En canciones sobre la relación de la humanidad con dios, el poder del lenguaje y la comunión con unxs mismx y el cosmos, las guitarras estallan en una cascada de texturas exquisitas y cada golpe de batería y alarido se concreta con una cualidad casi fatídica. Llegar al final del álbum, cuando la flauta gentil que abrió la explosiva “Son the Father” regresa para una breve reaparición, es como despertar tras un viaje en drogas: algo definitivamente cambió, aunque sólo sea nuestra capacidad de captar con más facilidad las sutiles magias del mundo. No creo que la perfección sea posible, pero con The Chemistry of Common Life, Fucked Up se acerca a ella.
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