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Foto del escritorMathias Ball Escamilla

Morbid Stuff (2019) - PUP

Actualizado: 28 ene 2021

Sólo para morbosos: género revive después de 10 años enterrado


Para mí el pop punk murió en el 2010. Sé que habrá gente leyendo esto que dirá que no podría estar más equivocado, que ese año sólo marcó el declive mainstream del género, pero que en escenas underground prosperó, y, quizás también, que soy un poser. Lo último no lo refutaré, siempre he sido el primero en admitirlo. Pero mantendré con firmeza mi opinión de que, para mí, sí murió en el 2010, el año de lanzamiento del último álbum de pop punk que realmente me encanta, My Dinosaur Life de Motion City Soundtrack. Después de eso todo cambió para mal: muchas bandas que me gustaban, como Paramore o Fall Out Boy, se alejaron más y más del género con cada nuevo álbum; otras, como mis queridos MCS, se mantuvieron fieles pero ya no tenían la chispa de antes; y, pues, las bandas a las que nunca les había entrado, seguían sacando música a la que no le entraba.

La situación se veía grave pero todavía existía esperanza: en poco tiempo Tumblr me informó que había una nueva generación de músicos defendiendo al pop punk de infieles como yo. Créanme, estaba emocionadísimo; me les abalancé como una persona que lleva semanas vagando por el desierto cuando se encuentra con un oasis. Pero me había encontrado con un espejismo. No sólo no saciaron mi sed, sino que me dejaron con un mal sabor de boca: la música no me impresionó ni entretuvo; peor aún, me dio cringe. Me sentí traicionado y decidí dejarlo ahí. Yo le daría un funeral digno al pop punk y me quedaría con los bellos recuerdos y las excelentes lecciones que de él aprendí. Logré seguir con mi vida y los siguientes años los llené con otros géneros musicales. A veces regresaba al pop punk pero siempre como un ejercicio de remembranza; sabía con certeza que era un arte del pasado, sin futuro alguno. Y luego llegó el 2019.

Me encontraba chilleando, revisando en internet las recomendaciones musicales como a veces hago, cuando, de repente, me encuentro con una muy positiva reseña de un álbum de… ¿POP PUNK? ¿En el año 2019 de nuestro señor? “Esx críticx ha de tener bien bajos estándares”, pensé antes de seguir con mi día. Pero el álbum me seguía, me lo encontraba en todos lados y el consenso siempre era el mismo: esta mierda es buena. Yo me resistía, ya le había dado oportunidades a esta nueva raza de pop punk y me había hecho daño; ya me había prometido que iba a poner mi bienestar emocional antes que nada. En diciembre cedí —el invierno suele sacar mi lado bondadoso con la música— y vaya que me arrepiento de no haberlo hecho antes. Para todxs los curiosos, estoy hablando sobre Morbid Stuff de la banda canadiense PUP, que es nada menos que the shape of pop punk to come (chequen eso, es una referencia). O por lo menos debería serlo, porque es una verdadera joya, un álbum realmente excelente que por sí solo revivió mi creencia de que el pop punk tiene futuro. Dios resucitó a Jesús después de 3 días, Morbid Stuff resucitó a un género después de diez años. A eso le digo verdadero poder divino.

Una profesora en la carrera criticó mi ensayo final para su clase diciendo que la introducción era demasiado larga y que le hubiera gustado tener más desarrollo. Lamento tener que admitir que no he aprendido mi lección. Este texto tiene esa misma falla, pero en este caso siento que está justificado. Quiero que la música hable por sí misma, así que seré breve: Morbid Stuff es pop punk como siempre debió haber sido, pesado y pegajoso. Por lo menos en este álbum, PUP logra entregar todo lo que llevaba años anhelando y que la escena actual no había podido darme (además, ¿podemos apreciar esa portada?).

Primera cosa sumamente importante para mí: estamos hablando sobre punk popero, no pop punketo, y parecería una diferenciación mamastrosa, pero es crucial para mi disfrute de este estilo de música. Tomen nota: si no tiene influencias del emo o del indie, la base tiene que ser el punk. Segundo —y aquí es donde erraron todas esas bandas que me rompieron el corazón—: el elemento pop de la música no deviene en una dulzura empalagosa, sino en un sabor agrio-picoso (y todxs sabemos que los mejores dulces son los de chilito). Tercer asunto: estas canciones se rifan, están chingonsísimas. Neta, ne-ta, neta patineta, *emoji de la mano* (ustedes saben cuál). ¿Están a un paso de ser hardcore y al mismo tiempo tienen de los coros más cantables que he escuchado? “Pesado y pegajoso” hecho a la perfección. La banda suena completamente unida en todas las canciones pero cada instrumento está pidiendo tu atención: las guitarras sacan riff genial tras riff genial; el bajo a veces está por aquí, todo pesado, y otras veces por allá, tocando una línea melodiosa bien chida; la batería tiene poder y matiz, dependiendo de la situación.

Cuando me detengo a pensarlo, Stefan Babock no tiene la voz más sui generis del mundo, pero no me detengo a pensarlo cuando estoy escuchando PUP, porque no me lo permite, me tiene completamente cautivado: sus melodías vocales son altamente infecciosas y realmente se luce como letrista, permitiéndose inyectar toda situación, sea un tema ligero o sombrío, con un ingenio cáustico de maravilla. A “Closure”, una canción sobre lidiar con la muerte de un ser querido, le sigue “Bloody Mary, Kate and Ashley”, una rola tan poco seria como su título, y ambas son igual de cantables. No había estado tan encantado y anonadado por un álbum de pop punk desde el 2007, cuando Does This Look Infected? de Sum 41 me abrió los ojos a un nuevo mundo, un mundo que Morbid Stuff me enseñó a ver con nuevos ojos.

Terminaré este texto como todos los demás, implorándoles que vayan a escuchar este disco. Si alguna vez les gustó el pop punk, tal vez Morbid Stuff conecte con esa parte de ustedes que disfrutaba de ese tipo de música. Si nunca abandonaron al pop punk, a diferencia de este infiel, entonces seguramente van a poder apreciar la genialidad de PUP. Y si nunca les ha agradado el pop punk, pues no pierden nada dándole una probadita. Como último comentario quiero decir que empecé a escuchar Morbid Stuff el 20 de diciembre; para el 31 que hice mi lista de discos favoritos del año, ya estaba en el puesto número cuatro. Hagan de eso lo que ustedes quieran, sólo sé que PUP es mi pastor, nada me faltará.


Canciones favoritas: "See You at Your Funeral", "Bloody Mary, Kate and Ashley", "Bare Hands"

Menos favoritas: "Full Blown Meltdown"

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