Los objetos que hablan
Todxs nos encontramos haciendo cosas. Creamos, dibujamos, grabamos nuestras pistas, escribimos poesía, editamos, subimos fotografías. Hay tanto de todo en el mundo artístico que toparse con artistas que destacan hoy en día es un honor y algo revitalizante. En este Minuto Con me fui a algo más allá de la música con letra para encontrar piezas sonoras que exijan su propio espacio. Es así que, con una sonrisa de oreja a oreja, les presento a Cecilia Sordo y Alejandra Ríos.
Cecilia Sordo es artista multidisciplinaria que hace estudios con personajes, teatro, composición y música en general. Alejandra Ríos es artista y diseñadora sonora para cine y proyectos audiovisuales. Parte de su talento también se puede ver reflejado en el dibujo (@pastelorchard) y en la escritura.
Recientemente colaboraron con el artista mexicano Josué Mejía para su museografía sinfónica móvil “Entre caballos de fuerza y caballos de vapor” presentada en el Museo Jumex. Ambas comparten el crédito del diseño sonoro, composición y mezcla, y Cecilia tiene también el crédito de atrezo. El proyecto es resultado de una residencia que Josué llevó a la distancia con el International Studio & Curating Program (ISCP) y narra la relación del artista con la frontera. Es una reflexión a partir de un ballet de 1932 escrito por Carlos Chávez Horse Power con la coreografía de Catherine Littlefield y la escenografía y vestuario por parte del artista Diego Rivera.
Tuve la oportunidad de platicar con lxs tres artistas sobre el proceso de la exposición. Acá un fragmento en el que Cecilia y Alejandra nos cuentan de cómo fue colaborar con Josué y cómo llegaron a las piezas musicales:
Cecilia: Todo fue muy orgánico, fue jugando que de pronto entre plática y plática en una tarde normal de cuates empezamos a jugar con “¿qué pasaría si estos dibujos hablaran?”. Para mí todo tiene sonido, aunque no hable. Entonces de pronto los dibujos, las piezas y las pinturas hablan. Mi investigación y mi trabajo van desde el personaje, todo el tiempo traigo estos temas en la cabeza.
Llamé a Ale justo porque en todo su proceso de investigación, de lo que yo conozco de su tesis y de lo que ella hace de fabricación de instrumentos, se me hacía una buena combinación porque lo imaginábamos como una obra física y tangible que se tenía que traducir a algo completamente intangible y etéreo. Los personajes son muy físicos, son foleys literalmente de frutas. Fuimos descubriendo los sonidos del personaje ya en el acto de grabarles. Lo mismo pasó con la música, la fuimos descubriendo con lo que nos iba pidiendo Josué. Los personajes son: caña, cacao, tabaco, algodón, plata, oro, piña y el hombre de tila.
Alejandra: Ceci fue está parte que traducía muy bien las ideas de Josué y me las contaba a mi de modo que podía entenderlo desde la técnica sónica y desde los requisitos técnicos de la síntesis y creación de instrumentos. Ella me ayudaba a ver por qué era necesario aplicar ciertas cosas como el timbre. Pues el timbre define mucho de la identidad de los instrumentos y lo llevamos a los objetos como la piña. Tratamos de traducirlo un poco a partir de las características de los personajes: la piña es rugosa y se siente áspera, ¿cómo se traduce en una onda sonora? Yo me imaginaba una onda con diente de sierra, picuda, rugosa y así fuimos traduciendo los conceptos.
Tenían que ser congruentes con cómo se ven los personajes, cómo actúan, cómo se mueven. Le fuimos enseñando a Josué y peloteamos unas ideas. Ceci y yo fuimos a un estudio de postproducción a grabar los foleys para poder sacar sonidos directamente de los que hablaba Josué. Entonces compramos esos productos y experimentos en el estudio. Una vez que teníamos estos sonidos claros, y a partir de la síntesis, construimos los instrumentos musicales.
Próximamente la entrevista completa con Cecilia, Alejandra y Josué en nuestro canal de Youtube.