Primero que nada, bienvenidxs.
En esta ocasión, decidí aprovechar la abundante oferta del R&B preferido de mis comensales: hay USHER por doquier y se puede cocinar algo muy agradable y a la altura de un día importante, ya sea porque ganas el Supertazón o porque te comprometes con tu superestrella pop.
Además, USHER es el ingrediente perfecto para estómagos atrofiados. Puede que la idea de que haya público femenino invadiendo tu deporte favorito por las razones equivocadas te provoque acidez. O puede que somatices gastrointestinalmente los reproches masculinos hacia la fanaticada country que sólo quiere pasarla bien. Sea cual sea tu situación, la dulzura y la suavidad de esta degustación pueden estabilizar tus tripas.
Sin más preámbulos, permíteme acompañarte en la experiencia culinaria de este inédito Soufflé Usher.
Lo primero que reconocemos es la característica textura esponjosa de este postre, lograda con un batido de “I’ll Make It Right”, “I’ll Show You Love” y “One Day You’ll Be Mine”, que encontramos en los primeros dos álbumes de un joven USHER; ya desde entonces, muy sentimental.
Inmediatamente después, es normal sentir un sabor intenso y sorpresivo que —me imagino— se puede intuir de dónde proviene: las notas picantes de la mezcla base son de un clásico de la fiesta que cambia el romance por el frenesí sensorial del erotizado estilo USHER: “Yeah!”. Cuando procesas este sabor, puedes percibir el ligero resabio de amargura que proporciona “Burn”, un elemento que destaca gracias a la lenta cocción del pastel. Este contraste vuelve protagonistas a ambas canciones, lo que hace de esta combinación todo un éxito.
Finalmente, recomiendo (a aquellos comensales de amplio paladar y ambicioso estómago) agregar “Ruin” como topping, mismo que envolverá tu Soufflé USHER en una capa de afrobeat y melancolía.
Para tochos, swifties e indiferentes: buen provecho.