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Nuestros discos favoritos del 2023 (hasta el momento)

Llega el verano (o pasa un mes desde su llegada) y con él el calor, la temporada cáncer y la lista de mitad de año de Cluster. La verdad es que apenas comenzamos con esta tradición en el 2022 pero ya nos parece una inevitabilidad de la vida. Como siempre, hemos estado escuchando mucha música nueva y realmente gozando de nuestros descubrimientos, sean álbumes de artistas que apenas conocimos o proyectos esperados que cumplieron todas nuestras expectativas, y nos llena de felicidad compartir estas novedades asombrosas con ustedes. Apegándonos a nuestro espíritu ecléctico, en esta lista encontrarán una selección variada de discos, desde country rock a música barroca a doom metal a rock psicodélico turco. Sin más, nuestros 25 álbumes favoritos de lo que va del año, en orden alfabético. También les dejamos una playlist de Spotify con nuestras canciones favoritas de cada disco. Esperamos encuentren algo que les llame.


 

Akousmatikous // Salami Rose Joe Louis

Salami Rose Joe Louis es el seudónimo de Lindsay Olsen, artista y multiinstrumentista de California firmada bajo el sello Brainfeeder, fundado por Flying Lotus, el cual ha cobijado a grandes artistas de la escena actual, como Thundercat, Hiatus Kaiyote o Kamasi Washington. Akousmatikous llega con mucho poder y frescura, pues incorpora tremendos sintetizadores, sonidos electrónicos y espectaculares voces. El álbum logra texturas electrónicas muy interesantes al mezclar distintos géneros, lo cual resulta en un efecto psicodélico-cinemático que refresca los oídos. Escuchar a Salami Rose recuerda al sonido característico de Flying Lotus, con destellos de dream pop. —Bernardo González


Archangel Hill // Shirley Collins

Tras un divorcio sumamente doloroso a finales de los 70, Shirley Collins perdió la habilidad de cantar y se retiró de la música. Archangel Hill, su tercer lanzamiento de un periodo de renacimiento que comenzó en 2016, es otra colección magnífica de canciones folclóricas inglesas y composiciones originales cuyos arreglos simples complementan de forma magnífica la voz de la cantante, siempre austera pero ahora curtida de forma hermosa por la edad. Quizás más que cualquier otro álbum suyo, Archangel Hill es un testamento a la labor musical de Collins, quien cumplió 88 años el pasado 5 de julio, y su amor por las poesías que surgen de cotidianidades atemporales. —Mathias Ball Escamilla


Aşk // Altin Gün

La banda turco-holandesa Altın Gün nos trajo una propuesta musical sumamente interesante y abundante en sonidos únicos. Si bien este álbum encaja perfectamente con las características del Anatolian Rock (es decir, rock psicodélico turco), no podemos pasar por alto los guiños hacia el synth pop, así como su evidente influencia retro de los setenta y su característica raíz en la música folk turca, lo que da como resultado un proyecto cautivador, rítmico y psicodélico que deja una huella completamente única en la escena musical actual. —Ruth C. Calvo Izazaga


Bless This Mess // U.S. Girls

Meg Remy, mente maestra detrás de U.S. Girls, creó su octavo elepé durante la gestación de sus mellizxs, y las once canciones que lo componen dan fiel testimonio a sus sentires. Bless This Mess está lejos de ser una crónica sobre la maternidad, ni siquiera es un relato completamente de amor, sino una demostración de los temores, preocupaciones y sinsabores de la vida, todo a modo de bálsamo y mantras hacia el futuro de sus retoños. Paradójico a su mensaje escrito, el sonido adopta al funk y la música disco para ofrecer música para conquistar la pista de baile. —Jesús Velázquez


The Boogie Down South // XL Life

El mejor hardcore es cinético y dinámico, y debería hacer que te quieras mover. Con su debut, XL Life ha creado un trabajo hipnótico que te obliga a hacerlo. A lo largo de los 28 minutos que dura The Boogie Down South, el groove es impecable; la batería, vigorosa; los riffs, agresivos; los coros, pegajosos; y la letra, de lo más entrañable y edificantes. Creo que me habría cambiado la vida escucharla este disco en mi adolescencia. El hardcore de XL Life es el mejor hardcore: son canciones energizantes sobre conocer tu propio valor, tomar lo que quieres y enfrentar la adversidad de la mano de tus amistades; sobre vivir la vida a lo grande, a lo extra grande. —Mathias Ball Escamilla


Desire, I Want to Turn Into You // Caroline Polachek

Si pensamos en el enfoque experimental del pop en la actualidad, es inevitable no voltear nuestras miradas hacia Caroline Polachek, quien ha tenido una extensa carrera musical desde su participación en Chairlift y nos ha dejado sin aliento a todos con su proyecto en solitario desde el inicio con su primer álbum, Pang (2019). Polachek no solo ha creado un universo musical, sino que ha construido un mundo casi mitológico que habita y comparte con nosotrxs. Con un profundo conocimiento del pop y una voz etérea, Caroline nos regala un álbum que nos envuelve en este mencionado mundo, al que ingresamos de inmediato desde la primera melodía. Ella se entrega por completo y nos lleva a través de una amplia variedad de estilos, explorando el tema central del deseo de formas fascinantes y cautivadoras. —Gretel Angulo


DESVELADO // Eslabon Armado

Si en NOSTALGIA, su anterior trabajo, Eslabón Armado había perfeccionado su fórmula de corrido tumbado, DESVELADO se convierte en un firme debut mainstream y, por extensión, en el primer clásico del género. Con aportaciones fundamentales de Grupo Frontera ("Quédate conmigo") y Peso Pluma ("Ella baila sola"), este disco reafirma las posibilidades que se abrieron este año para los sadboys con requinto, y empuja al regional mexicano a una visibilidad global que no había tenido en décadas. —Cruz Flores


Did you know that there's a tunnel under Ocean Blvd // Lana Del Rey

En Ocean Blvd, Lana Del Rey presenta un sonido más sutil y desnudo en el cual deja atrás las facetas y personajes de sus álbumes pasados para crear un proyecto que presenta el núcleo de sus emociones. Lana llega al centro de diferentes temáticas, sin decorarlas ni abordarlas de manera superficial: hace preguntas sin respuesta, explora la profundidad de su dolor y de quién es, confrontando a la vida de frente y sin rodeos. —Perla Sánchez


Dogsbody // Model/Actriz

La banda neoyorquina nos brinda un enérgico post-punk queer con destellos de dance-punk de los años 2000 en su segundo álbum. "Todo es un tambor", dijo el bajista Aaron Shapiro de manera inmediata cuando se le preguntó sobre el enfoque de la banda. Y es que al escuchar este disco, se siente exactamente así: todo vibra y raspa intensamente, y es casi imposible no mover la cabeza mientras lo disfrutas. Es sumamente interesante e importante la fusión que logra este trabajo entre los elementos penetrantes y crudos del punk, junto con letras que expresan una vida y sexualidad libres. El vocalista Cole Haden describió al álbum como "un violento himno a la explosiva alegría de estar vivo", un sentimiento muy apropiado para la realidad que estamos viviendo, y queda perfectamente reflejado en Dogsbody. —Gretel Angulo


Formal Growth in the Desert // Protomartyr

Protomartyr optó por apegarse a su clásico sonido post punk en su sexto proyecto. No obstante, es posible notar cómo la banda se sirvió de experimentar con recursos del shoegaze y del grunge. El pesado diseño sonoro de este proyecto contrasta de manera curiosa con la temática, que con un aire de resiliencia, se presenta como una sonrisa forzada que pretende ser real para poder enfrentarse a una gran pérdida. En síntesis, este álbum trae una propuesta un tanto ambivalente, donde se puede explorar de manera artística la complejidad y la amplia gama de emociones que vivimos como seres humanos. —Ruth C. Calvo Izazaga


Gigi's Recovery // The Murder Capital

El segundo álbum de la banda irlandesa The Murder Capital nos dio una grata sorpresa. Su sonido hereda los sonidos oscuros del post punk y se fusionan con la influencia indie rock y un toque de art rock/electrónica al estilo Kid A de Radiohead para crear un sonido completamente fresco y vigente en comparación con el material anterior de la banda. Dicho ambiente sonora funciona como un excelente medio para la sombría atmósfera lúgubre que caracteriza a las letras de este proyecto. —Ruth C. Calvo Izazaga


Ignore Grief // Xiu Xiu

Al llegar a los límites de la exploración sonora, en Ignore Greif, Xiu Xiu diseña un atmosférico horror industrial que describe con exactitud los sentires físicos de cualquier tipo de ansiedad. A través de texturas sintéticas, capas, silencios y vacíos, el álbum, como cualquier buen cine de terror psicológico, te invita a sentarte al borde del asiento y dejar fluir cualquier sensación que la claustrofobia sonora pueda causar. Desde lo vocal, un spoken word modulado entre susurros, gritos e intentos de naturalidad amplían la experiencia de escucha hacia una narrada crítica a estructuras y la comodificación humana que exhorta el caos. —Er Yáñez


Let's Start Here. // Lil Yachty

Conocido principalmente por su exploración del trap, hip hop y mumble rap, Lil Yachty presenta un proyecto completamente nuevo, en donde deja a un lado el Bubblegum trap (subgénero del cual se denomina autor), y se reinventa utilizando elementos del rock psicodélico, synth pop y funk. La instrumentación de estos géneros permite texturas sonoras mucho más densas que sus proyectos pasados, lo cual posibilita la fusión de complejidad armónica, producción distinguible y mucho autotune, para crear un álbum fresco y potente. —Cris Aramayo


Maps // billy woods & Kenny Segal

Al utilizar su esquema de rimas característico para crear un ambiente brumoso y pacheco, billy woods continúa en Maps con la exploración del caos post pandémico que comenzó en sus álbumes de 2022. Kenny Segal proporciona samples de jazz, vinyl distortion y laid back beats que no superan los 80 bpm, los cuales se alinean de manera perfecta con las barras densas y místicas de woods. A pesar del constante cambio de ánimo que se vive de canción a canción, los artistas encuentran cohesión en la narrativa, instrumentación y producción. —Cris Aramayo


Mélusine // Cécile McLorin Salvant

Este año empecé a tocar en una orquesta de música antigua. Tomando en cuenta este contexto, el día que salió el primer sencillo de este álbum corrí a escucharlo y de pronto me topé con… ¿una canción barroca? ¿pero con bajo continuo hecho con sintetizadores? Verdaderamente, aluciné. Al investigar sobre la propuesta creativa, encontré que se trata de un retrato musical del personaje mítico de la literatura medieval francesa, Melusina, una mujer que se convierte en mitad serpiente. El disco se compone de cinco canciones originales mezcladas con nueve innovadores arreglos de canciones antiguas, en francés (y occitano), inglés y criollo haitiano. Una vez más, la cantante se refleja en los significantes de esta narrativa: por un lado, mira hacia sus raíces étnicas y sus vivencias a partir de esto; por el otro, encuentra en el cuento temáticas como los secretos y las miradas, y los toma para darle un giro al lugar desde el que se narra la historia. —Mariana Sánchez


Obsession Destruction // Chained to the Bottom of the Ocean

Escuchar Obsession Destruction es entregarse a una experiencia de duelo, en la que el alivio y la esperanza son ideas desconocidas. Los integrantes de Chained to the Bottom of the Ocean manipulan el sonido sucio del sludge y la intención morosa y desahuciada del doom con maestría y con ello crean algo horrendo pero sublime. Como la mano de un dios cruel aplastando a un mortal hasta el borde de la muerte, soltándolo y comenzando de nuevo, la música en Obsession Destruction hace lo mismo al enroscarse en nuestros corazones: inflige dolor y temor pero también nos permite, en esos momentos en los que el vacío está cerca, apreciar la belleza del asunto. —Mathias Ball Escamilla


One Day // Fucked Up

Con One Day, Fucked Up continúa su racha de lanzamientos ambiciosos, pero esta vez apuestan por el minimalismo: el guitarrista Mike Haliechuk lo compuso en un solo día. El resultado es un álbum que reluce gracias a canciones concisas, una energía espontánea y el regreso a arreglos e instrumentación más simples, receta con la cual la banda no había jugado de esta forma en casi una década. One Day es Fucked Up en su faceta más directa, y Haliechuk y su co-letrista Damian Abraham aprovechan la soltura musical para centrar sus palabras en temas de su día a día: el pasado genocida de Canadá, la gentrificación, la parálisis y el apoyo comunitario. —Mathias Ball Escamilla


Praise a Lord Who Chews but Which Does Not Consume; (Or Simply, Hot Between Worlds) // Yves Tumor

“Dios aprieta, pero no ahorca”, dice el refrán que puede compararse a la primera parte del título del tercer álbum de Yves Tumor. Pero contrario al significado del dicho, los treinta y siete minutos de duración de Praise a Lord son lo suficientemente avasalladores. A diferencia de sus trabajos anteriores, Tumor abraza la jerarquía de las guitarras pesadas, mismas que son contrapuestas a la dulzura de una voz digna del glam rock. Todo esto para dar un resultado único dentro de la escena experimental y otro acierto en su discografía. —Jesús Velázquez


Rat Saw God // Wednesday

My friends all took benadryl til' they could see shit crawling up the walls. Cada tanto aparece una banda que suena a un viejo conocido y, al mismo tiempo, de lo más actual. La banda de Carolina del Norte me cautivó con un country rock que muestra claramente sus influencias, pero más que nada, se impulsa de las letras de Karly Hartzmann, quien guía a su banda a través de paisajes suburbanos, sueños rotos, y todas esas cosas que dejan mal sabor de boca cuando sabes que tu American Dream no es más que una mentira. —Cruz Flores


the record // boygenius

En su debut, el supergrupo conformado por Phoebe Bridgers, Lucy Dacus y Julien Baker crea una declaración provocadora de rebeldía, sencillez y sentimentalidad que parte de la unión calculada de las piezas que por separado hacen a las integrantes del grupo los pilares musicales que son desde hace algunos años. A lo largo de sus doce canciones, the record pone en diálogo tres voces que se distinguen, no sólo desde lo sonoro, sino también en lo lírico, formulando historias íntimas y a la vez lo suficientemente abstractas para una fácil relación con las experiencias de cada una. El álbum significa una mejora independiente para sus creadoras y propone un futuro prometedor a su colectividad. —Er Yáñez


...So Unknown // Jesus Piece

El segundo disco de la banda de Filadelfia nos patea desde la primera canción; es agresividad pura, no nos deja respirar en ningún momento. Los miembros de Jesus Piece nos muestran con esta pieza que conocen a profundidad los fundamentos de su género, dándonos un material que se siente como estar experimentando la adrenalina y caos de un moshpit. Este álbum golpea fuerte y nos entusiasma ver el futuro de la banda. —Gretel Angulo


Strays // Margo Price

Strays puede que sea la entrada perfecta al country para cierto grupo de escépticxs porque pasa la mayoría de su tiempo recreando, sin artífice, las sonoridades del rock independiente noventero. También, porque Margo Price es excelente. En su cuarto álbum, la cantautora basada en Nashville expande aún más los límites de su quehacer musical al mostrarnos sin tapujos la naturaleza camaleónica de su voz y creatividad. Las 10 canciones son como errantes, dispares y desanclados pero erguidos por un potente sentimiento de identidad, lo cual le presta una cohesión importante al proyecto. En su gusto por complementar el country con elementos del rock y el folk, así como la inteligencia y el corazón de su letra, Price es la más merecida heredera del outlaw country, siempre forjando su propio camino. —Mathias Ball Escamilla


This Stupid World // Yo La Tengo

No hay nada como un buen jam: como intérprete o escucha, la espontaneidad y sincronía que surgen de él suscitan una alegría visceral. Hoy en día, hay pocos grupos tan versados en el sutil arte del jam como Yo La Tengo, lo cual tiene sentido considerando que la triada de Georgia Hubley, Ira Kaplan y James McNew lleva más de 30 años tocando juntxs. Su más reciente álbum surgió a partir de sesiones de jam durante los últimos años y con él la banda revisita y reinventa sonidos de su pasado. Al atravesarlos con nuevos matices y una buena capa de lustre apocalíptico, exhiben la química y el carisma grupal que han creado en ese tiempo. Con This Stupid World, YLT se confirma nuevamente una banda inconfundible, inimitable y eternamente encantadora. —Mathias Ball Escamilla


With a Hammer // Yaeji

El segundo álbum de estudio de la artista coreano-americana muestra un crecimiento personal enorme. Considero que este disco tiene un tono más ligero en comparación con sus trabajos anteriores, siendo más suave pero igualmente poderoso. En él, podemos escuchar a una Yaeji que se muestra más observadora y consciente del mundo en el que se desenvuelve. Decide ingresar a él mundo con cautela, lo cual se refleja en el título y el arte visual del álbum, donde la vemos vistiendo ropa que mezcla a la perfección sus dos culturas, y sosteniendo un martillo que muestra rudeza pero también una cara tierna. With A Hammer es un álbum ambicioso que demuestra el talento de Yaeji, no sólo en la creación de canciones pop, sino también en su exploración de nuevos territorios musicales. —Gretel Angulo


93696 // Liturgy

Haela Raveena Hunt-Hendrix es la William Blake de nuestro tiempo. Su "Black Metal trascendental" congrega una teología densa y compleja con algunas de las decisiones formales más interesantes de la música extrema actual. Los espacios de violencia torrencial de la banda se armonizan con momentos de calma ambient y con paisajes sonoros que, por momentos, remiten al house o incluso a una especie de trap glitcheado. Esta nueva entrega resume y perfecciona los experimentos de álbumes anteriores como H.A.Q.Q y Origin of the Alimonies, y mantiene a la banda estadounidense en su digno lugar de punta de lanza del género. —Cruz Flores







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