top of page

Nuestros álbumes favoritos del 2023

Sin importar qué tan caóticos hayan sido los once meses previos para el equipo de Revista Cluster, siempre nos reencontramos en diciembre con mucho entusiasmo para ensamblar nuestra lista de álbumes favoritos del año. 

Si bien cada compilación anual de nuestros estrenos preferidos nos ha presentado lanzamientos musicales multifacéticos, propositivos y originales, el 2023 destacó por el eclecticismo: desde el pop punk confesional de Olivia Rodrigo, hasta los lamentos avant-garde de Sprain; desde la electrónica desconcertante de Gazelle Twin, hasta los narcocorridos de Natanael Cano y Peso Pluma; o desde el reguetón futurista de Tainy, hasta el death metal celestial de Tomb Mold. Cada uno de estos álbumes nos cautivó por su atrevimiento, su energía o su narrativa. Sin otra pretensión más allá de compartir la música que nos acompañó en otro año retador, les traemos, en orden alfabético, los 42 álbumes favoritos del 2023. Esperamos que encuentren algo nuevo para hacer estremecer sus corazones.


 


Agriculture // Agriculture

El black metal extático de Agriculture forma parte de una tendencia en la música pesada de enfocarse en los sentimientos positivos, así como en el poder casi místico de la música. Con una intensidad catártica que no cesa ni baja en ningún momento, la banda angelina logra un debut que remite a campos abiertos y mares tempestuosos. —Cruz Flores


 


Altin Gün // Aşk

Este año, Altin Gün nos regaló una electrizante propuesta con su última entrega. La banda turco-holandesa de anatolian rock basa el sonido del álbum en elementos de la música folclórica turca, como los melismas y los licks microtonales, y el sonido del rock psicodélico y progresivo de los 70. Estas dos fuentes musicales terminan mezclándose con un ligero toque de synth pop y los ritmos propios del funk para conformar un disco único y envolvente. —Ruth Calvo


 


billy woods & Kenny Segall // Maps

Maps es un álbum conjunto de hip-hop entre el rapero neoyorquino billy woods y el productor musical Kenny Segal. Éste es su segundo proyecto colaborativo desde que formaron equipo en Hiding Places, de 2019. Temáticamente, Maps retrata a woods confrontando las verdades incómodas que conlleva ser un artista mediático en el panorama musical contemporáneo. “Soundcheck” detalla la sensación de vacío que aparece cuando se rebasan las expectativas del éxito. "Soft Landing” y “FaceTime” son canciones que lamentan el efecto que tiene en la salud mental y las relaciones interpersonales estar de gira. Las bases de boom-bap creadas por Kenny Segal se muestran como el lienzo perfecto para plasmar la desilusión de billy woods. Presentado a través de un motivo recurrente de viajes aéreos en el lirismo, los samples y la dirección artística del álbum, Maps se ha consolidado como uno de los álbumes más atractivos de 2023. —Cris Aramayo


 


boygenius // the record

Lucy Dacus, Julien Baker y Phoebe Bridgers simplemente hacen sentido juntas; excepcionales como solistas, cada una imprime su personalidad en el proyecto grupal. En sus letras, las tres artistas hablan con crudeza de sus emociones. Con una honestidad brutal y a la vez poética, abordan su intimidad, aquellos pensamientos que, expresados públicamente, podrían entrar en el dominio de lo inadmisible; todo a través de unas voces armónicas y, sin embargo, desgarradoras. —Perla Sánchez


 


Caroline Polachek // Desire, I Want to Turn Into You

Desire, I Want to Turn Into You es un disco que trasciende el universo pop en el que se inscribe. El álbum es una experiencia sonora singular que pasea al escucha por emociones intensas, pasionales e inmediatamente reconocibles, tales como el deseo de unx enamoradx empedernidx. Filtrados por la ingeniosa, genuina, filosófica, poética y a veces devastadora mente de Polachek, temas como el enamoramiento intenso, que no suele ser novedad en el mundo pop, adquieren una frescura inédita. —Sara Araujo


 


diles que no me maten // Obrigaggi

Este disco suena a lo que queríamos escuchar en 2023. 

El tercer álbum de la banda capitalina resuelve en sonidos la escala de grises de la ciudad que habitan. La propuesta, que oscila entre el art-rock, el slowcore e incluso el jazz-rock, es un paisaje sonoro de una imponente antinaturaleza que se siente como un abrazo al amanecer entre el caos. 

Durante  las melodías somos acompañadxs por las letras que emergen entre los sonidos de vez en cuando, casi por casualidad, “no me despiertes amor, prefiero no saber” ,“la gente es rara y somos gente”, “tomamos un camino por el humo y sin saber por qué, a dónde o para qué”, son algunas de las frases que cruzan tus oídos mientras escuchas esta obra. 

Obrigaggi no abraza con la pretensión de sanar sino de acompañar las nuevas realidades surgidas de un pasado reciente inesperado. Esta década tuvo un comienzo confuso por la pandemia, su arranque  se vió pausado por una crisis mundial que nos obligó a detenernos, y es apenas este año cuando las cosas comienzan a moverse de nuevo a lo que hemos entendido como un paso normal, que ha sido abrumador para muchxs de nosotrxs después de aquella pausa. Es por eso que digo que este disco suena a lo que queríamos escuchar en 2023, sus melodías se vuelven un perfecto acompañante que nos regala un suspiro de paz que habita sin dificultades dentro del caótico intento de entender de nuevo la vida.   —Gretel Angulo


 


Gazelle Twin // Black Dog

Obra maestra del terror analógico musical, Black Dog congrega las ansiedades domésticas de Elizabeth Bernholz en un álbum cohesivo y preciso, en el que resuenan los lugares oscuros y los sueños infantiles, todo transmitido en una voz poderosa que llega a sus puntos más altos (y desgarradores). —Cruz Flores


 


Home Is Where // The Whaler

The Whaler es una vasta exploración del emo que atraviesa de forma simbólica cada una de las etapas evolutivas del género y hasta logra agregar sonoridades de country, jazz e inclusive música casi ambiental. Todo esto para hacer una incisiva reflexión ante la catástrofe y las respuestas que podemos tener a ella en un mundo que cada día nos ofrece menos aunque queramos hacer el bien. Las imágenes de horror corporal ayudan a transmitir la idea del esfuerzo por “ser” y no conseguirlo mientras las causas del desastre social y ecológico se convierten en problemas que nadie puede resolver. El álbum es profundo, diverso y tajante, logrando su cometido en un tiempo corto pero muy bien utilizado. —Er Yáñez


 


JPEGMAFIA & Danny Brown // SCARING THE HOES

La cuarta canción de este álbum se titula "Garbage Pail Kids", al igual que la serie de tarjetas coleccionables con ilustraciones de bebés en situaciones inquietantes y con apariencias grotescas: por ejemplo, con granos exorbitantes, flujos irreales de mocos o mutaciones propias de los monstruos. Este producto generaba cierta repulsión, pero a su vez era irresistible a la mirada. Tal vez no exista modo más efectivo de describir SCARING THE HOES que con algo previamente conocido.

En poco más de 36 minutos, ambos raperos desatan su acidez artística a través de letras empapadas de cultura pop y pistas musicales construidas a base de todo tipo de retazos. Pese a los ingredientes de la mezcla, el resultado es tan exquisito como irrepetible. 

Saliendo otra vez de lo estrictamente musical, este LP convive con las gomitas agridulces, el Grand Theft Auto y los mejores episodios de Rick and Morty. Asimismo, cumple con una máxima: puedes tratar de explicarlo, pero nunca podrás comunicarlo con exactitud. —Jesús Velázquez


 


Julie Byrne // The Greater Wings

Las canciones de The Greater Wings fluyen con una ligereza milagrosa, casi como si las impulsara una voluntad mayor. Y, en el contexto de este disco, parece ser la única conclusión. Acompañada de gráciles sintes, arpas y guitarras, Julie Byrne canta sobre una experiencia emocional intrínsecamente ligada al mundo natural. En nuestros lutos, nuestras alegrías y nuestras conexiones —y en los actos terrenales que las hacen posibles— atravesamos el universo, y él, a nosotrxs; habrá que aprender a vivir esos momentos con presencia, permitir que inunden nuestro ser, incluso a sabiendas de que eventualmente seremos polvo danzando entre rayos de sol. —Mathias Lowrey


 


Lana Del Rey // Did you know that there's a tunnel under Ocean Blvd

Artista prolífica, Lana Del Rey ha demostrado una constante evolución musical. En Did you know there’s a tunnel under Ocean Blvd, la tendencia se mantiene firme en un gran lienzo de sonoridades casi cinemáticas, cuya ternura apoya una actividad ensayística de introspección para tratar aquello que se considera propio. Lleno de excelentes colaboraciones y una producción exquisita, aparece, con una honestidad cruda y un tono conversacional —tanto en la escritura como en la ejecución de esas letras—, como un álbum que cumple la función de exponer una serie de confesiones familiares, mismas que explican la actividad de una artista que lleva más de una década en el radar de todxs nosotrxs. El disco prueba la gran experiencia de Lana y representa un gancho que seguro nos mantendrá cerca de ella para siempre. —Er Yáñez


 


Laufey & the Iceland Symphony Orchestra // A Night at the Symphony

A inicios de este año, la cantante, compositora y cellista islandesa Laufey lanzó en conjunto con la Iceland Symphony Orchestra su álbum A Night at the Symphony, un disco grabado en vivo en el Harpa Concert Hall. En lo personal, pocos son los álbumes que llegan a gustarme en versión de orquesta, pues es muy difícil conseguir una sonoridad donde la música y los arreglos orquestales se compaginen; sin embargo, ésta es una excepción, ya que logra un equilibrio único. Con 14 canciones de su autoría (entre ellas “Let You Break My Heart Again”, cuya versión original ya es orquestal; y “I Wish You Love”, canciones que considero mis favoritas), intervenciones orquestales reminiscentes del jazz, y la preciosa voz de Laufey, este álbum se vuelve ideal para escuchar durante una tarde calmada, ya sea en solitario o en compañía, seguido de algunas interpretaciones de música navideña que encajan a la perfección con esta temporada invernal. —Yael Zamora


 


The Lemon Twigs // Everything Harmony

Michael y Brian D'Addario rescatan un sonido vintage y nostálgico a través de instrumentos convencionales y letras románticas —casi melodramáticas—  que adentran a su audiencia en situaciones bastante particulares; por ejemplo , “Every Day Is The Worst Day of My Life”, una canción que sólo pinta un panorama pesimista que contrasta con alegres acordes que la acompañan; o mielosas circunstancias en “Corner of My Eye” donde relatan el amor a primera vista. Con una tradición musical marcada por un padre cantautor, la agrupación se conformó desde temprana edad, permitiendo a los hermanos D’addario lograr una perfecta sincronía tanto musical como fraternal. En su nueva entrega, la dupla crea un brillante puente al pasado, donde las nuevas generaciones pueden rememorar la música de The Zombies, Harry Nilsson y Simon & Garfunkel. —Bernie González


 


Liturgy // 93696

Cada disco de Liturgy es una extensión de un proyecto artístico, filosófico o místico, cuya articulación recuerda a William Blake por las estructuras visionarias que la componen. En esta ocasión, Raveena Hunt-Hendrix y compañía nos arrastran con la energía superior de su mitopoética y un metal extremo que traza líneas de quiebre entre lo sinfónico, el techno e incluso el hyperpop, mostrando lo omnívoro de sus influencias. —Cruz Flores


 


Liv.e // Girl in the Half Pearl

Una experiencia inmersiva por su sonido envolvente. Girl in the Half Pearl es muchas cosas pero es sobre todo eficazmente innovador, ya que a pesar de tener un sonido y una estructura fuera de lo común, psicodélica y jazzística, no es difícil de escuchar, pero en su complejidad va develando con cada capa algo nuevo, ya sea temáticamente con su tematización de la libertad femenina o musicalmente con la integración de géneros. Destaca su técnica vocal, usando su voz y naturalista a la vez, con atmósferas sonoras que te envuelven por completo. —Perla Sánchez


 


Mitski // The Land Is Inhospitable and so Are We

El séptimo álbum de Mitski es una extensión de su consabido personaje de sad girl. Lo más interesante de este proyecto es el gran espacio etéreo que se crea alrededor de las baladas íntimas. La delicadeza con la que Mitski nos presenta sus más grandes pesares es una de sus principales características; la voz es suave y la guitarra es dulce, tal como se puede apreciar en la primera canción del proyecto, “Bug Like an Angel”. Sin embargo, a pesar de que la ternura está siempre presente, el disco toma algunos giros inesperados. “I Love Me After You, la canción con la que termina, es un tema que empieza de manera formulaica, pero rápidamente transiciona a un ambiente doomer, distorsionado y shoegaze, que revela acaso un lado oscuro del calmo universo que se establece al inicio. —Cris Aramayo


 


The Mountain Goats // Jenny from Thebes

En una era en la que el imaginario popular está impregnado de una nostalgia decadente, centrar tu próximo proyecto en un personaje del que fue presumiblemente tu álbum más célebre podría parecer un síntoma de creatividad menguante. Pero retomar a Jenny —definida por su ausencia, siempre del otro lado de una llamada telefónica o en proceso de partir— no era señal de que John Darnielle fuera a dormirse en sus laureles, sino que había identificado una gran historia por contarse. A lo largo de 12 canciones que resaltan dentro de toda la ilustre carrera de los Goats por su efervescencia e impacto emocional, Darnielle hila la narrativa con encanto y cuidado, y elucida el porqué de la fugacidad de Jenny a través de arreglos que reflejan con maestría los sucesos que contienen. —Mathias Lowrey


 


Natanael Cano // Nata Montana

Una contagiosísisma autoexaltación de la bonanza, un despliegue macroestimulante de lo ilícito, un romance superrosa y un hiperestupefaciente clamor de contento y superación al ritmo del cual todo mundo nos la pela. —Bruno Armendáriz


 


Olivia Rodrigo // GUTS

Con SOUR en el 2021 conocimos a la Olivia de 18 años, después de su primer corazón roto, sintiendo que el mundo se acababa y que no encontraría nada mejor. Dos años después, la promesa del pop estadounidense compartió un segundo álbum que, contrario a lo que se habría esperado, le da batalla a su disco debut. Ahora las canciones mantienen un tinte mucho más introspectivo, muestran la madurez que conlleva el paso del tiempo, especialmente el salto hacia la “adultez joven”. Olivia, ahora más experimentada y sabia que dos años atrás, explora sonoridades que narran vivencias desde la ironía, el enojo, la reconciliación, y muchas otras emociones que forman parte de esta etapa. Como siempre, la producción va acompañada de una imagen estratégicamente definida que se ve reflejada en todo el arte y videos musicales (además de una nueva sesión de Tiny Desk, también altamente recomendada). 

Rodrigo continúa emocionando y conectando con sus escuchas a distintos niveles en cada composición. No queda más que seguirla viendo crecer y seguir esperando sus nuevas historias convertidas en canciones. —Mariana Sánchez


 


Oneohtrix Point Never // Again

Daniel Lopatin presenta Again, su décimo álbum como Oneohtrix Point Never, un proyecto lleno de texturas, jams y momentos hipnotizantes. Su música resulta episódica, en la medida en la que las ideas caóticas que se plantea en cada canción se desarrollan como pequeñas historias a lo largo del álbum. A pesar de que la instrumentación electroacústica está presente en la mayoría de las canciones y es consistente a lo largo del disco, los géneros que marcan las piezas cambian constantemente. Por ejemplo, “Krumville” es una muestra de songwriting con una estructura convencional y ornamentos que exhiben un diseño sonoro brutal. “Again” es mucho más experimental, pasando por pequeños momentos de caos que eventualmente culminan en una textura abrumadora, lo cual crea contraste al interior del álbum y matiza sus líneas emocionales. —Cris Aramayo


 


Otay: onii // Dream Hacker

La palabra más adecuada para describir este álbum es, me parece, "flotante". El álbum flota en diversos aspectos: el género no es claro, mezcla electrónica con cantos tribales de manera sutil y satisfactoria, transita entre lo industrial, el art-pop y el glitch, dejándonos cortxs al describirlo únicamente como “experimental”. Las emociones que nos atraviesan al escucharlo son también diversas: se siente como sumergirse en una experiencia  casi espiritual que, aunque desconocida,  se siente familiar. 

El título, Dream Hacker, abarca por completo todo lo antes mencionado. Los sueños son un terreno confuso para quienes los habitan; su temporalidad se disloca y nos embarca en espacios desconocidos que se han construido desde las vivencias de quien los sueña. Este trabajo se sumerge en lo onírico, ya no desde la vulnerabilidad, sino que lo toma por las riendas e intenta hackearlo, atravesarlo con un puñal como el de la portada. Parece que la música de este álbum corta y congela el flujo inagotable de los sueños para que podamos tomar conciencia de sus texturas.

Los sueños no son un lugar donde nos quedamos dormidos; son un lugar de exploración, un camino hacia los lugares que conectan nuestra mente con lo que creemos desconocer, con lo que ignoramos en la sobriedad del día a día, y ese es el viaje al que Lane Shi Otayonii nos conduce a través de su obra más reciente. —Gretel Angulo


 


Paramore // This Is Why

Podría decirse que This Is Why ha probado que Paramore finalmente ha alcanzado su alineación perfecta, ya que, por primera vez en casi veinte años de carrera, la banda no ha sufrido ninguna alteración entre producciones discográficas. Esto se ve reflejado en la transición de la banda a un sonido marcado por el groove de Zac Farro, que se carga con la energía y la distorsión de los primeros álbumes sin dejar atrás las complejas melodías de Taylor York. Quizá el álbum más envolvente en toda la carrera del trío, su sonido continúa desplegando la voz sincera de Hayley Williams, que habita su poética  de forma contundente con mensajes que, en esta ocasión, presentan un espectro amplio de posibilidades emocionales para acompañar no sólo las vivencias de cada quién en un año como este, sino por mucho tiempo más. —Er Yáñez


 


Peso Pluma // GÉNESIS

Con todo lo macro, lo super, lo ultra y hasta lo requete del Nata Montana, aunque quizá tantito más archi, el charchetudo disco primogénito del blanquecino sonriente y virulento Peso Pluma conquistó desde su lanzamiento a las dispuestísimas masas a punta de baladería bienlograda y arenga belicosa. Súbitamente encumbrada en la cada vez más dominante cultura popular norteña, la Doble P entrega un álbum digno de su valorada coyuntura, es decir un corrido excelentemente producido que pirotecnia y sobreantoja, que ensalza y que rimbomba: feria: fémina: fiesta: fama.  —Bruno Armendáriz


 


PJ Harvey // I Inside the Old Year Dying

Este álbum se estrenó en verano de 2023 y me ha acompañado desde entonces. Sin embargo, no es un álbum veraniego – mientras escucho el latir lento de la canción de apertura "Prayer at the Gate", no me queda duda que Harvey engendró este proyecto en invierno. Lentamente, este álbum te transporta a un espacio entre-abierto lleno de brujería, folklore inglés y leyendas célticas. Sigue un ritmo que aún no comprendo pero que me queda claro, entenderé al cumplir 54 – la edad de Harvey.

Es un álbum extremadamente difícil de describir; sólo a través de metáforas es posible hacerle justicia. Sabe a la poesía de Patti Smith, acompañada de murmullos paganos. Huele a musgo en Hampstead Heath y, como una herida atiborrada de nostalgia, duele rascarla, pero no es posible parar. —Luisa De la Concha


 


Reverend Kristin Michael Hayter // SAVED!

Tras anunciar su retiro del proyecto Lingua Ignota, Kristin Hayter nos lanza su nuevo trabajo, declarado por ella misma como un intento de reconectar con la religión y  encontrar algún consuelo o salvación frente a los traumas que la atraviesan. Así, este álbum tiene un evidente tono espiritual, referente a lo religioso desde lo musical hasta lo temático, capturando bien la esencia de la música cristiana pero sin opacar el particular estilo propio de Hayter, aspero e intrincado, dándole así un giro casi espeluznante. La grabación del álbum es rasposa, con momentos en dónde la música se escucha como si viniera de una radio vieja o simplemente es cortada de maneras abruptas. Estas decisiones te introducen en una atmósfera siniestra, que evoca una época desconocida y lejana. 

Pero a pesar del perturbador sonido del álbum, éste no anula la profunda belleza del trabajo. De hecho, la música es conmovedora porque nos permite ver  la fé de Hayter como un espacio de paz entre tanta oscuridad, incluso a pesar de esta, y muestra un lado melodioso de Hayter que no habíamos visto en sus trabajos anteriores. El álbum está lleno de la armonía y calidez eclesiásticas, dándonos piezas muy acogedoras, como es el caso de “I WILL BE WITH YOU ALWAYS”. Un trabajo que vale la pena escuchar de principio a fin. —Gretel Angulo


 


Sampha // Lahai

Sampha salió del radar por varios años, luego de lanzar Process en 2017, un álbum destacado por la sutil mezcla entre música electrónica y ricas armonías de piano sumadas a la voz del londinense. Este año pude disfrutar un poco más de ese combo tan especial con Lahai, un álbum de producción impecable, que refuerza el trabajo y el estilo de Sampha: electrónico y elegante al mismo tiempo. Lo considero valioso por la calidad de la producción y  la inclusión de artistas como Yaeji, El Guincho, o Ibeyi. El álbum tiene raíces de inspiración afrofuturistas, lanzando unos  excelentes guiños de intersección entre la cultura africana, la ciencia y la tecnología. —Bernie González


 


Slowdive // everything is alive

El quinto álbum de Slowdive nos confirmó que regresaron para quedarse. A pesar de su larga separación, la banda ha sabido mantenerse vigente. Como en el álbum homónimo de la banda, cuarto en su discografía, esta entrega presenta una producción más limpia, sin por ello perder la identidad shoegaze de sus inicios; es decir, el sonido sintetizado y sombrío que los encumbró en la escena del rock británico. —Ruth Calvo


 


So!YoON! // Episode1 : Love

“Evolución animalística, a medio camino entre la psicodelia y el soul” es la forma en la que Hwang So-yoon - alias So!YoON!, describe su álbum Episode 1 : Love. Un estudio crudo y sensual cuyo tema central explora el amor, relatado a través de seis personajes principales inspirados en experiencias personales de la misma artista.

Episode 1 : Love encuentra su centro de gravedad en la ronca voz de la cantante surcoreana, su timbre andrógino persiste a lo largo del disco con una cualidad multidimensional, casi inigualable. Navega dentro de un amplio espectro musical, fusionando el indie rock, el r&b y el jazz con ritmos electrónicos, los cuales dan paso a innumerables representaciones del amor, conservando un sonido análogo que logra conjurar las vivencias de los personajes que habitan el álbum. El resultado final es un trabajo texturizado y enigmático, completamente desinhibido en su elección de influencias. Un pequeño y laberíntico álbum de gran versatilidad. —Samuel Sánchez


 


SPELLLING // SPELLLING & the Mystery School

En SPELLLING & the Mystery School, Chrystia Cabral retoma temas de sus tres álbumes previos y los reinterpreta con arreglos nuevos que resaltan la energía de sus shows en vivo, dotando a estas versiones de la vitalidad propia de una puesta en escena. Mientras que a las versiones originales de estas 11 canciones las caracteriza un espíritu experimental, misterioso y hasta angelical, en Mystery School impera la alegría de la interpretación musical, lo cual quizás disminuye su impacto emocional en favor de generar una reacción más visceral frente a la música. Esto también se puede apreciar en los cambios en instrumentación: sintes analógicos y clarinetes bajos son reemplazados por guitarras y conjuntos de cuerdas, la sección rítmica tiene una presencia mucho más prominente y el canto de Cabral se entrega por completo a un estilo vocal propio del teatro musical que ejecuta con maestría. Habrá quienes rechacen estas versiones por lealtad a la sutil magia presente en las originales, pero el experimento de Cabral rebosa de un encanto propio. —Mathias Lowrey


 


Sprain // The Lamb as Effigy

Álbum de sonidos enormes, entre el post-punk, el doom metal y el noise rock que quizá pierde fuerza debido a su duración, el segundo LP de Sprain los vio evolucionar de una sólida banda de slowcore a un proyecto arriesgado, con claras referencias a Nick Cave and The Bad Seeds, Swans y Scott Walker. Lástima que éste sea también su último disco y nos deje especulando cómo esas influencias se asumirán en el futuro. —Cruz Flores


 

Sufjan Stevens // Javelin

Luego de una temporada de mucha actividad musical, parecía que Sufjan Stevens había desaparecido de la faz de la tierra; sin embargo, el silencio tuvo su razón y se explicó a detalle en Javelin. El álbum se traza como un mapa de duelo y de enfrentamiento tanto a los dolores físicos como a la pérdida. Dedicando este trabajo a su pareja recién fallecida, Sufjan Stevens delimita un espacio de sensibilidad donde, si bien todo se desborda, lo hace bajo los mejores elementos sonoros de sus aclamados álbumes anteriores. La mezcla de la solemne pero dulce voz del cantautor con ritmos electrónicos, una orquestación voluminosa y una cuidadosa selección de palabras para describir cada transmisión de los nervios al encéfalo en medio del dolor, produce una experiencia irrepetible y distintiva en el entorno musical del año. —Er Yáñez


 

Tainy // DATA

Ser productor, cosechador de éxitos y referente de un género musical es ya un logro; pero, por encima de eso, está Tainy y su amor incondicional al reguetón. Marcos Efraín Masís Fernández, nombre detrás del mito, ha edificado en más de dos décadas una cantidad incalculable de himnos del mal-llamado “género urbano” bajo la capa invisibilizadora de productor, pero en 2023 decidió crear la misma épica que tienen los macro-crossovers en la cultura pop y, en esa ocasión, él sería el capitán al mando. 

DATA es, en pocas palabras, el manifiesto del estado actual del reguetón en cuanto a sus afinidades con otros modos de crear —pues constantemente se coquetea con el synth pop y la electrónica—. Todo lo previamente dicho está manufacturado en un set que incluye figuras anticipadas como Bad Bunny o el dúo Wisin y Yandel, pero también sorpresas como Four Tet, Skrillex y The Marías. —Jesús Velázquez


 

Tomb Mold // The Enduring Spirit

Tras lanzar tres álbumes (en años consecutivos) de un death metal refrescante pero aún apegado a los lineamientos de lo clásico justo antes de la pandemia, los integrantes de Tomb Mold se tomaron un descanso de la banda para indagar en otras inquietudes musicales, explorando principalmente lo onírico. Al regresar a Tomb Mold, el cambio fue inevitable: miradas que habían estado fijas en lo terrenal no pudieron dejar de maravillarse por el cosmos. The Enduring Spirit es un álbum de death y black metal atravesado por una vena progresiva que lo encamina hacia el ascenso espiritual. En “Will of Whispers” y “The Enduring Spirit of Calamity”, la banda logra que sonidos puros y mancillados convergen con una facilidad admirable, pero incluso en los momentos en los que la brutalidad y el caos son el centro de atención, las canciones siempre parecen contener una cualidad celestial. —Mathias Lowrey


 

Troye Sivan // Something to Give Each Other

Aunque pareciera que el tiempo de espera entre producciones discográficas de Troye Sivan lo borró del mapa, Something To Give Each Other vuelve a colocar al artista en aquel espacio que le otorgó su debut, con los reflectores iluminándolo. Se hace presente una maduración que dibuja, entre el amor y la lujuria, todas las posibilidades emocionales de los ambientes explícitamente queer que atraviesan a Sivan. Creando una fiesta de inicio a fin, el álbum se embellece con un pop pulido, efectivo y adictivo que muestra el perfeccionamiento de su labor musical. Hasta ahora, cada álbum de Troye Sivan se lee como una nueva oportunidad, demostrando el camino por andar que, con un mejor ritmo y constancia, puede alcanzar latitudes maravillosas. —Er Yáñez


 


U.S. Girls // Bless This Mess

En Bless This Mess, el sonido es reconfortante, suave y nostálgico gracias a su inspiración en la música disco y el synth pop. U.S. Girls se aleja de su pasado experimental para abordar la temática del caos y de lo inesperado en la vida. Sentirse poco preparada para enfrentar las transformaciones y no saber cómo encarar la maternidad, son algunos de los temas del disco que presentan una existencia desastrosa. Se trata de un álbum optimista que reflexiona acerca de la posibilidad de encontrar paz en medio de lo catastrófico. —Perla Sánchez


 


unperro andaluz // peek!

La banda de Ecatepec formada en pandemia nos trajo su primer álbum a mediados de este 2023, peek! es un trabajo que abraza la experiencia de juventud mexicana en la caótica naturaleza de los alrededores de la Ciudad de México y de la ciudad misma. Los sonidos que viven a lo largo de éste álbum narran, con una nostalgia juvenil, cuando unx atraviesa la vida lleno de esperanza a pesar de las desilusiones que se te presentan, de lo que se siente vivir en una ciudad que existe con más frenesí del que el cuerpo es capaz de resistir. Entre el shoegaze y el garage rock, con tintes incluso de jazz experimental,  unperro andaluz presenta un disco audaz, estableciéndose como una figura ineludible de la escena musical emergente de nuestro país. —Gretel Angulo


 


Wednesday // Rat Saw God

Por medio de las letras evocativas y la voz honesta de Karly Hartzmann, las cuales se acompañan de una banda sólida, bien emparejada, con los riffs de MJ Lenderman como eje central, el disco remite a los momentos más memorables de la adolescencia suburbana así como a las dudas y ansiedades propias del crecimiento. La música de Rat Saw God evoca una lista de influencias claras y diversas (tales como el Songs: Ohia de Jason Molina, el trabajo de los Smashing Pumpkins y los primeros discos de PJ Harvey) navegando entre el alt-country y el post-hardcore sin parecer esforzarse. —Cruz Flores


 

XL Life // The Boogie Down South

Es muy liberador comprender que toda la música, sin importar el estilo, conduce al movimiento. Porque el ritmo indicado te invita a expresarte y, la mayoría de las veces, la única herramienta disponible es nuestro cuerpo. Para el cuarteto galés XL Life, esta verdad es obvia. En su debut, The Boogie Down South, crean un álbum de hardcore juguetón en el que complementan un discurso de liberación personal y comunitaria de las multifacéticas cadenas del capitalismo con una ideología de movimiento palpable en cada instante de la música. Cada riff explosivo, cada golpe de batería contundente, resuena con un propósito cinético. “If I know love, we can never be scared”, declama Traxx por encima del ritmo casi free jazz de “Shout”, “I do my dance, take my chance, twist and shout”.  —Mathias Lowrey


 


Yaeji // With a Hammer

En su nuevo disco, Yaeji camina constantemente entre dos mundos, contrastando pasado y futuro, inglés y coreano, ira y ternura. El álbum invita a hacerle frente al odio, a los estereotipos, a los patrones y las rutinas para perder el miedo y transformar el dolor. El proyecto se acerca al paisajismo sonoro, lleno de texturas que mezclan instrumentos digitales y acústicos para crear un sonido liberador. —Perla Sánchez


 

Youth Lagoon // Heaven Is a Junkyard

Youth Lagoon es el universo emocional y sonoro de Trevor Powers, un músico que ha explorado diversas facetas estilísticas a lo largo de su composición, siempre inspiradas por sus maleables estados anímicos. En su regreso como Youth Lagoon, Powers cataliza en su creatividad musical los años de enfermedad que había sufrido recientemente. Heaven is a Junkyard reúne sus últimas vivencias, cuando la gravedad de su salud casi lo lleva a perder la voz. Se trata de un álbum catártico en el que Powers reflexiona acerca de su niñez en Idaho así como de las crisis que marcan nuestra realidad. Su regreso musical nos ofrece un álbum sumamente conmovedor y nostálgico que, paradójicamente, hace pensar en un espacio acogedor, como en aquellas letras en las que enmarca y rescata momentos de su infancia.—Bernie González


 

Yves Tumor // Praise a Lord Who Chews but Which Does Not Consume; (Or Simply, Hot Between Worlds)

Yves Tumor vuelve a sorprender con su capacidad de crear música con identidad. Además del alt rock que lleva desarrollando desde hace un par de álbumes, este proyecto incorpora elementos de diversos géneros como el punk, el shoegaze y el pop, dándole un sentido de progreso a su arte. “God is a circle", la primera canción, lleva consigo un sentimiento de melancolía y dolor, lo cual es apropiadamente expresado a través del punk. Más adelante nos encontramos con “Meteora Blues” y “Parody”, donde las abrumadoras guitarras distorsionadas que entran en el coro parecen ser sacadas directamente del clásico Loveless (My Bloody Valentine, 1991). Cabe destacar que el mismo Alan Moulder trabajó como productor e ingeniero de sonido, lo cual nos lleva al elemento más poderoso de este proyecto: la mezcla. Todos los instrumentos se sienten grandes, presentes, pero perfectamente colocados en el espacio. Bajo cualquier estándar, una excelente calidad auditiva. —Cris Aramayo


 


100 gecs // 10'000 gecs

Han pasado 4 años desde el primer álbum de 100 gecs, pionero del hyperpop. Caótico y con un sentido del humor cuyos chistes giran en torno a las referencias de memes y las anécdotas mundanas, este proyecto incorpora elementos del ska, el emo, el metal y el pop. 100 gecs abraza la posibilidad de jugar con la música y con lo absurdo de la vida al explotar combinaciones que no son convencionales. Parece que se sirven de conceptos simples, y a veces lo son, pero dentro de su desastre musical existe una inocencia fundamental que conduce a la aceptación del caos. —Perla Sánchez


 




217 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page